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Lengua Aramea moderna

Situación geográfica

Historia

El arameo moderno es una lengua semítica que deriva de un dialecto del arameo clásico que se conoce universalmente como siríaco, pero que ha evolucionado notablemente en comparación con otras lenguas de la familia (ha desarrollado armonía vocálica, paradigmas conjugados de tiempo y modo y un extenso uso de formas analíticas). Fue la lengua en Palestina durante el tiempo de Cristo y posteriormente y en la Edad Media fue el vehículo para una extensa literatura en siríaco clásico en el centro cristiano de Edesa, además de usarse para escritos judíos, como el Talmud de Babilonia. 

Hace unos mil años, algunas modalidades del arameo judaico fueron exportadas a Europa y se afianzaron en las dos comunidades culturales hebreas más importantes del viejo continente: Sefarad (en la Península Ibérica y, tras su expulsión en 1492, en Holanda, Grecia, Turquía y otros centros del exilio) Askenaz (en las tierras de habla germánica centroeuropeas que, más adelante, se extendería a las regiones eslavas y bálticas de Europa Oriental).

Muchos de los textos sagrados que llegaron a Europa procedentes de Oriente Próximo, ampliamente estudiados a lo largo de la historia judía europea, estaban escritos en lengua aramea. Entre estos textos se incluyen breves pasajes del Antiguo Testamento (en Daniel y Esdras), la mayor parte de los Talmudes de Babilonia y Jerusalén, gran parte de la Cábala y un número de oraciones, entre ellas la plegaria kaddish a los muertos, una de las más emotivas en el canon judío.

No usado para la comunicación oral, el arameo (como el hebreo) se leía, estudiaba y recitaba. Además, se ha conservado como una lengua escrita vibrante y de gran poder evocador para géneros selectos, capaz de producir grandes obras. Este hecho es bastante destacable, sobre todo si tenemos en cuenta que se trataba de la más esotérica y menos conocida de las dos lenguas sagradas que, junto con la lengua vernácula judía (judezno o judeoespañol en Sefarad, yiddish en Askenaz) tomaron parte en el trilingüismo interno judío. En yiddish, uno de los nombres para referirse al arameo es targumloshn (literalmente "lengua de traducción"), uso derivado del Targum, traducción en arameo clásico de la Biblia judía, si bien, y con carácter humorístico, se utilizaba también en el sentido de "lengua ininteligible" (cf. "me suena a chino"). Su uso demuestra el estatus del arameo como lengua del los miembros eruditos de la comunidad.

El arameo ocupó lugar de honor en las nuevas obras de la Cábala o misticismo judío. De hecho, la pieza central de la literatura cabalística, el Zohar ("Libro del Esplendor"), fue supuestamente escrito en España a fiales del siglo XIII por un antiguo místico. El arameo cabalístico goza de una terminología tan rica que hace muy difícil una traducción apropiada a las lenguas occidentales.

A su vez, el arameo era la lengua favorita para los comentarios del Talmud. Así, el más conocido comentarista de la Biblia y del Talmud, Rashi (1040-1105), nacido en Francia pero que desarrolló su actividad en Alemania, escribió su comentario de la Biblia en hebreo, mientras que usó el arameo para su comentario del Talmud. Incluso en la actualidad, estudiosos rabínicos continúan escribiendo en arameo sus tratados sobre la Cábala y el Talmud en muchos países, especialmente en las comunidades hasidim más tradicionales. Son muy populares los himnos arameos (la mayoría cabalísticos) como complemento a las oraciones del Sábado canónico, así como para las diversas festividades a lo largo del año. 

El Haggadah, escrito en hebreo en casi su totalidad, se recita durante las dos primeras noches de la fiesta más querida por los judíos: La Pascua. Comienza con una pequeña pieza, en arameo, de bienvenida a los invitados pobres y finaliza con una alegre canción aramea, "Chad gadyo" ('Un cabrito'), que aparece por primera vez en Praga en el siglo XVI. Muchos estudiosos opinan que se trata de una traducción del yiddish, lo que ilustraría la multiplicidad de relaciones existentes entre el arameo y el resto de las lenguas judías de Europa.

Datos

Cuenta con más de un millón de hablantes, extendidos por Irán, Iraq, Siria, Turquía, la antigua Unión Soviética y los Estados Unidos. El último Censo Soviético (1989) recogía 26.289 hablantes con residencia en la Unión Soviética, de los cuales 6.183 vivían en Armenia y 5.286 en Georgia. Solamente en Georgia, en donde incluso se enseñó la lengua por un tiempo (al menos durante el período soviético), se han atestiguado no menos de 5 dialectos, entre los que se incluye el de Urmia, que llegaría a ser la base de la lengua literaria formada en la década de 1840. Los asirios son de religión cristiana (los habitantes de Tur 'Abdin son monofisitas jacobitas, los de Urmia y Kurdistán son nestorianos, los uniatas son católicos y hay unos pocos ortodoxos griegos).

Desgraciadamente todos los hablantes de este grupo de lenguas han sufrido severas persecuciones religiosas a lo largo de la Historia y especialmente a comienzos del siglo XX, dando por resultado la emigración de muchos de ellos de sus lugares de origen dispersándose por los cinco continentes. Los judíos iraquíes e iraníes han emigrado a Israel, estando su arameo en peligro de desaparición. Tomados en conjunto todas las variantes de arameo moderno están en serio peligro de extinción.

Dialectos

Hoy sobrevive en dialectos de pequeñas comunidades aisladas de judíos y cristianos que viven en el Anti-Líbano, en el norte de Iraq y en partes del Kurdistán turco y del Azerbaiyán iranio, donde es el medio de comunidades de agricultores. Hay también comunidades esparcidas por Georgia (Mtskheta, Gardabini, Tbilis, Kutaisi, Samtredia y Zastafoni), Armenia (Ereván y Leninakan) y Azerbaiyán (Kirovabad y Armavir). También hay una diáspora en los Estados Unidos y en grandes ciudades de Rusia, incluyendo Moscú y San Petersburgo. Del arameo moderno, que está esparcido geográficamente por Oriente Medio, no resulta fácil hacer una clasificación de sus distintas variantes y dialectos. Sin embargo, a grosso modo, vamos a hacer una clasificación generalizada en dos grandes vertientes: la occidental y la oriental.

Escritura

Hasta el siglo XIX el arameo moderno era escrito sólo de manera esporádica, pero durante ese siglo los misioneros europeos que trabajaban en Urmi, Irán, crearon una ortografía para el dialecto de los cristianos de esa ciudad, usando la variedad oriental (nestoriana) del alfabeto sirio. Esta ortografía era etimológica y estaba diseñada para ser un puente, hasta donde fuera posible, entre las diferencias dialectales. Hasta el día de hoy esta es la forma de escritura usada para la lengua y la base del arameo koiné de los asirios en Irak.

La escritura, que es un sistema fonológico, consiste de 22 letras escritas de derecha a izquierda más algunos signos diacríticos, de los cuales unos son opcionales y otros obligatorios. A diferencia del árabe y del hebreo que ordinariamente no escriben las vocales, el arameo moderno casi siempre lo hace plenamente. En la Unión Soviética el mismo dialecto arameo moderno fue escrito por poco tiempo en una adaptación del alfabeto latino y después en otra del cirílico. La ortografía estaba basada fonológicamente con letras que correspondían casi perfectamente a los fonemas de la lengua. Para el arameo de Turoyo se creó en los años ochenta una ortografía latina ideada por los inmigrantes de Turquía en Suecia. Ambos sistemas se reflejan en la tabla inferior. Los hablantes judíos de arameo lo han escrito en el alfabeto hebreo, en una forma fonética.

 


Juan 1:1-8 en siríaco moderno

Gramática

Entre las lenguas que más han influido a las lenguas arameas modernas orientales está el kurdo. Por otra parte, las lenguas nacionales, como el persa, turco y árabe han ejercido considerable influencia, sobre todo en el léxico. También lenguas regionales, como el azerí de Azerbaiyán iraní o el árabe en Turquía sudoriental, también han contribuido a la compleja estructura de las actuales lenguas arameas modernas orientales.

Las vocales son: a, e, i, o, u; todas son largas y cortas y cada una teniendo tres entonaciones. Hay armonía vocal en la lengua, es decir, todas las vocales en una palabra tienden a ser anteriores, posteriores o medias.

La división tripartita semítica de nombres, verbos y partículas se mantienen en arameo. Los adjetivos se tratan como nombres.

Los nombres son masculinos y femeninos, estando el femenino marcado por -ta/, el masculino plural por -i, -ani; el femenino plural en -ati. La negación se forma con le/la/leli. Para formar las palabras se recurre a la antigua construcción constructa a los adjetivos, prefijos y sufijos.

El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto.