Un grupo de lenguas conocido a través de numerosas inscripciones y graffitis
del sur de Arabia es denominado sahídico -nombre procedente de Sayhad-
pues así denominaron los geógrafos islámicos al desierto conocido ahora como
Ramlat al-Sab'atayn. A lo largo del borde de este desierto se hallaron los
testimonios más antiguos de este grupo de lenguas.
Con la terminación del control sabeo sobre la mayor parte de las regiones
sahídicas, se produce un incremento del uso de las lenguas locales sahídicas
(mineo, qatabánico y hadramático), reteniendo una cierta influencia sabea al
mismo tiempo.
Al final del siglo I a. C. la mayor parte de Arabia meridional fue unificada
en el Imperio de los reyes de Saba' y dhu:-Raydan. Sus creadores fueron
principalmente los himyaritas, una tribu en las tierras altas meridionales que
empezaba a tener un importante papel en la historia política y lingüística de
aquel tiempo. El sabeo se convirtió en la lengua oficial de los himyaritas y se
usó en la mayor parte de las tierras altas meridionales. No hay duda, sin
embargo, de que el sabeo no era la lengua vernácula de los himyaritas.
Al final del siglo II a. C. se produce el ocaso del mineo junto con el fin del
reino mineo. También en ese mismo período se produce el final del qatabánico,
debido a la destrucción del reino qatabánico por el empuje de los reinos
himyarita, sabeo y hadramita. En el siglo IV el reino hadramita se colapsa
conquistado por los himyaritas, quienes trajeron su lengua oficial, el sabeo, a
esta región.
En la segunda mitad del siglo I a. C., además de la escritura monumental de
las inscripciones, se desarrolla otra cursiva (o minúscula) para los documentos
cotidianos, como cartas privadas, contratos, textos mágicos, etc. No fue hasta
1973 que fue descubierta siendo extremadamente difícil de descifrar; sólo una
docena de pequeños documentos, de entre más de 1.000, han sido publicados e interpretados.
Casi todos esos textos son sabeos, procedentes de la ciudad de Nasha:n en el
wadi Madha:b y fechados hacia los siglos II y III d. C.
Hacia el final del siglo IV d. C. comienza el período monoteísta; el léxico
(principalmente judío y cristiano) muestra influencia extranjeras,
especialmente hebreo/arameas y
griegas. Los documentos sabeos más recientes
fueron producidos en la segunda mitad del siglo VI d. C., siendo la última inscripción
sabea del año 559 d. C.
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