Los sistemas de sonido, tanto consonánticos como vocálicos, muestran un
sorprendente grado de homogeneidad por todo el continente. Las fricativas y
sibilantes son casi desconocidas en las lenguas australianas y si ocurren es debido a cambios fonológicos para mejorar el conjunto típico. Por
ejemplo, una pocas lenguas han aumentado grandemente el sistema de vocales, en algunos casos hasta doce
formas. Hay tres números: singular, dual y plural. Los plurales se efectúan muchas veces por reduplicación, pudiendo el numeral 'dos'
acompañar al afijo dual. Hay una notable difusión de los marcadores genéticos, a los cuales se
añaden términos específicos, por ejemplo en dyirbal el femenino
precede al nombre que denota un pájaro, pues los dyirbal creen que las mujeres cuando mueren se convierten en pájaros. En la mayoría de las
lenguas hay cinco o seis casos. El sistema de numeración tiene los conceptos de unidad, dualidad, trinidad, pero no hay
números más altos que el tres, formándose el plural por declinación. para propósitos cotidianos se usa la numeración en
inglés. La mayoría de las lenguas tienen media docena de
diferentes conjugaciones distinguidas por criterios fonéticos, no semánticos. Muchas
lenguas tienen pasado, presente y futuro. Las lenguas de esta familia presentan un número de
características muy interesantes; por ejemplo, hay cadenas de dialectos muy
largas que recorren miles de kilómetros. En una cadena de dialectos los
dialectos vecinos son muy similares y mutuamente inteligibles, pero los
dialectos en los extremos de la cadena son muy diferentes e ininteligibles entre
sí.
El sistema de sonidos es muy uniforme en su extensión;
hay una casi total ausencia de fricativas y africadas. Las oclusivas no muestran
contraste sonoro y el sistema de vocales consiste de tres: /i/,
/u/ y /a/.
El orden usual de la frase es sujeto, complemento y verbo,
siguiendo los adjetivos al nombre que modifican, aunque a veces el orden es
relativamente libre.
Las lenguas australianas son conocidas por tener tabúes
lingüísticos, cosa que también tienen algunas lenguas papuanas.
En cualquier lengua existen formas de eludir hablar directamente o crudamente de
ciertos asuntos: es lo que llamamos circunloquios y eufemismos; pero en las
lengua aborígenes de Australia el asunto es más complicado que eso. Por
ejemplo, en la lengua dyirbal existían, hasta 1930,
dos lenguas separadas: la 'lengua suegra' que era usada en presencia de
parientes 'tabú' y la lengua cotidiana, que era usada en las demás
situaciones. Los parientes tabúes eran: una persona del sexo
opuesto de la familia del cónyuge o primos hermanos del sexo opuesto. Se tenía que usar la lengua 'suegra' cuando el pariente tabú
estaba al alcance del oído y lo mismo tenía que hacer el pariente tabú.
Aunque la fonología y la gramática de la lengua
suegra eran las mismas de la lengua cotidiana, las dos lenguas tenían
vocabularios totalmente diferentes. Sin embargo, la lengua suegra tenía
sólo una cuarta parte o menos del léxico de la lengua cotidiana, aunque era
posible expresar todo lo que la lengua cotidiana podía expresar, siendo esto
posible por el hecho de que una palabra en lengua suegra correspondía a
muchas palabras en la lengua cotidiana.
Los conceptos de unidad, dualidad y triplicidad se cubren
por el singular, dual y plural. No hay números en las lenguas aborígenes para
significar una cifra más alta que el tres, por lo que se recurre a la
numeración en inglés.
Algunas palabras de lenguas australianas se han hecho
internacionales, como boomerang, canguro y koala.
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