Por fuentes españolas
sabemos que en el siglo XVII había al menos tres lenguas aborígenes en la
región de Taipei: basay, senar y tamchui; sin embargo, sólo la basay
sobrevivió hasta finales del siglo XIX. La lengua ejerció una gran
influencia en las vecinas, especialmente la kavalan, hablada en las llanuras
septentrionales se Taiwan. El padre Esquivel, un misionero español en el
norte de Taiwan, dijo que 'todas las aldeas (kavalan) son grandes en
tamaño, hablándose una sola lengua en todas ellas, de hecho en toda la isla,
la lengua bacay. A pesar del uso de otra lengua en un lugar particular,
bacay es todavía hablada como segunda lengua.' Las palabras de Esquivel sobre el amplio uso
del basay (que él pronunciaba bacay) eran una exageración, pues él sólo pasó
tres años (1630-1633) en la zona de Taipei y nunca visitó otras partes de
las isla. Otro misionero español, de los Ángeles, pasó seis años (1636-1642)
en la misma región adquiriendo un mayor conocimiento de la situación
lingüística de Taiwan. Al describir a los nativos formosianos señala:
'Las lenguas que hablan son muchas, teniendo cada provincia la suya propia y
hasta cada aldea. Hay una lengua común hablada en la región controlada por
los españoles, llamada basay, hablada incluso hasta en Torboan donde se
encuentra oro. Esta lengua puede ser comprendida por los que viven a lo
largo del río Tamsui, aunque tiene sus propios dialectos.' Los españoles
tuvieron el control del norte de Taiwan durante 16 años, siendo la lengua
basay lingua franca sólo en la parte norte de Taiwan, especialmente
en Taipei y alrededores, incluyendo la frontera entre basay y kalavan.
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