Cuando los primeros misioneros luteranos alemanes
llegaron a Nueva Guinea en 1886 y se instalaron en Simbang, estaban en el
centro de la zona donde se hablaba yabem; en aquel entonces esa lengua la
hablaban unas 900 personas que vivián en los poblados costeros de la
península de Huon. Sin embargo, al convertirse al cristianismo algunos
hablantes de dicha lengua, la misma se propagó junto con los esfuerzos
evangelísticos y la puesta por escrito de la lengua. Eso hizo que
para 1939 los hablantes de la misma fueran 15.000, siendo usada como lingua
franca por varios cientos de miles más.
Dicha misión fundó escuelas basadas en la enseñanza en
lengua vernácula, pasando por las mismas
30.000 estudiantes que recibieron instrucción en lengua yabem, lo que
hizo que el número de hablantes creciera sin parar hasta finales de la
década de los 50, cuando el gobierno australiano prohibió la enseñanza
en lenguas vernáculas en ventaja del inglés, lo cual
provocó el cierre
de muchas escuelas, reduciéndose considerablemente el número de hablantes
yabem. Hoy dicha cifra sigue disminuyendo, pues las jóvenes generaciones
prefieren usar el tok pisin, la lingua franca de
Papúa-Nueva Guinea, en
sus comunicaciones inter-tribales. |