Fue el kabardino Shora Nogma (1801-44) quien
diseñó un alfabeto de base cirílica para la elaboración del diccionario y
la gramática de su lengua nativa (publicados en dos volúmenes en Nal'chik
en 1956 y en 1959). Más adelante, se intentó el modelo arábigo para los
circasianos del este y del oeste, como por ejemplo en A Dictionary of
the Circassian language , de L. Loewe (publicado por la Sociedad Filológica
Británica en 1854), aunque se incluía también una transcripción en símbolos
romanos. Los soviéticos, por su parte, establecieron al inicio dos modelos
literarios para el circasiano mediante la selección de los dialectos temirgoy
y kabardino para las variedades occidental y oriental, respectivamente.
El kabardino diseñó, en 1924, un modelo de
alfabeto romano para reemplazar el árabe y, en 1936, decidió cambiar el cirílico,
mientras que el adigueo reemplazó al árabe por el romano en 1928, para adoptar
el cirílico en 1938. Bien como parte de la política de Divide et impera!,
bien porque (opción menos siniestra) los diferentes estudiosos se encargaron
de tareas diversas, el resultado es que los dos alfabetos circasianos parecen
haber sido diseñados para dividir, más que unificar, esta única comunidad
lingüística.
En la actualidad, todavía se discute la posibilidad de rediseñar
un alfabeto basado en el romano, al menos para la lengua adiguea. Entre la
diáspora, el circasiano aparentemente se enseña de forma regular sólo en los
dos pueblos shapsugh localizados en Israel. N. Jakovlev, prestigioso caucasologista
ruso, elaboró las gramáticas tanto del kabardino literario (1948) como la
del adigueo literario (1941), ésta última en colaboración con D. Ashkhamaf.
Su gramática del abjasiano permanece inédita.
El sistema usado para escribir kabardino-cherkés
es el cirílico
más la letra I y el orden de la oración
es sujeto, complemento y verbo.
La
familia Shadzhamokov,
Khachim Teunov
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