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Lengua gaélica escocesa

Situación geográfica

Historia

El gaélico pertenece al grupo céltico de lenguas vivas, rama goidélica, y se habla en el norte de Escocia, procede de una variante céltica originaria de Irlanda, de donde fue traída por la expansión del reino norirlandés (los Scotti) de Dál Riata hacia el 500 d. C. según la datación tradicional. En los siglos que siguieron el gaélico expulsó al picto en el noreste y luego se estableció en el sudoeste y sudeste de lo que hoy es Escocia, a la vez que los reyes gaélicos escoceses se anexionaron el reino británico de Strathclyde y la parte septentrional del reino anglo de Northumbria. Esta fase de expansión duró hasta el siglo XII.

Este antiguo reino escocés coincide a grandes rasgos con las fronteras de la moderna Escocia; los nombres de lugares evidencian todo esto: por toda Escocia se encuentran topónimos de origen gaélico, mientras que en Anglia, en Norse Caithness y en las Islas septentrionales son más bien escasos. El cristianismo céltico ganó influencia en esta zona con la llegada de Columba a Iona procedente de Derry en 563 d. C., siendo esta misión un factor determinante no sólo para los gaélicos escoceses y sus vecinos sino para toda Inglaterra, en lo que a literatura y aprendizaje se refiere.

Sin embargo, desde el reinado de Malcolm Canmore (1059-86), el gaélico pierde su preeminencia, primero en la corte, luego entre la aristocracia en favor del francés normando y luego en las Tierras bajas por el establecimiento de poblaciones de habla inglesa en el este y el centro de Escocia, en favor del inglés o del escocés

El escocés era una lengua germánica que se originó a partir del habla angla de los lothios. Este desplazamiento del gaélico al escocés se produjo desde Escocia oriental hacia las Tierras Bajas occidentales, extinguiéndose el gaélico en la Escocia sudoccoidental hacia el siglo XVIII. 

 

Hacia finales del siglo XV hasta el XVIII se emiten una serie de decretos de los parlamentos escocés y británico promoviendo la lengua inglesa en la educación, primero en la aristocracia y luego en la población general, proscribiendo las órdenes religiosas nativas, desarmando los clanes y prohibiendo las vestimenta y la música de las Tierras Altas. Hacia el siglo XVII el gaélico se ha retirado hacia las Tierras Altas y las Hébridas, donde se retiene la cultura y estructura social céltica y la independencia política.

En el siglo XIX fue la tercera lengua en importancia en Canadá, tras el francés y el inglés, siendo hablada en ese tiempo en Alberta y Manitoba por inmigrantes escoceses. También hubo algunos nativos, los métis principalmente, quienes aprendieron gaélico si bien su número fue bajo. La palabra 'bannock' ('bannique' en francés canadiense) que significa 'pan indio' procede del gaélico.

Durante el siglo XIX se producen una serie de vigorosos llamamientos para que el gaélico tuviera un lugar en la vida pública y en la educación, teniendo esta lengua un papel determinante en la vida religiosa y en los avivamientos espirituales en las Tierras Altas. De hecho el gaélico será asociado con una cultura religiosa, lectura de la Biblia, adoración familiar y cántico de salmos metrificados. El calvinismo ha promocionado la literatura gaélica.

No obstante, aparte de las políticas bilingües administrativas y educativas en las Islas Hébridas y cierto papel en la escolarización en las Tierras Altas, Strathclyde y otras regiones, no existe un reconocimiento formal del gaélico como lengua oficial o nacional, ni hay provisión para el gaélico como lengua nacional en el sistema educativo en Escocia.

Datos

En 1981 la comunidad hablante en gaélico sumaba 80.000 personas, de los cuales 23.500 residían usualmente en las Islas Hébridas.

Existen varios periódicos en gaélico, diversas emisiones radiofónicas y algunos programas televisivos. En Escocia se habla en las zonas rurales de las islas Occidentales (Lewis, Harris, North Uist, Barra) y Skye y en unas pocas localidades en el resto de las islas Inner y en las tierras altas de tierra firme (principalmente Sutherland, Ross y Cromarty, Inverness y Argyll. Hay una pequeña comunidad emigrante que lo habla en Nueva Escocia y en la isla Príncipe Eduardo, en Canadá. Hay niños que hablan la lengua pero con serios problemas en su mantenimiento incluso en las regiones más tradicionales. Está amenazada.

Dialectos

Se pueden hacer distinciones dialectales en la lengua gaélica: la central, compuesta por las Tierras Altas centrales occidentales y las Islas occidentales, la septentrional, la oriental y la meridional.

El dialecto meridional está más próximo al irlandés que el septentrional y también es más flexivo. La principal diferencia que existe entre ellas es el cambio del fonema /é/ que se convierte en eu en el dialecto del norte o septentrional, en tanto que se convierte en ia en el meridional o del sur. Así por ejemplo 'hierba' se pronuncia /feur/ en el norte y /fiar/ en el sur. Existen también unos miles de hablantes del escocés en Nueva Escocia.

Escritura

Para escribir gaélico escocés se usa el alfabeto romano con acento y acento grave.


Juan 1:1-8 en gaélico escocés

Gramática

Los alfabetos irlandés y escocés son el mismo y consta de 18 letras. El escocés posee cuatro casos: nominativo, genitivo, dativo y vocativo. Lleva el acento en la sílaba inicial, lo mismo que el irlandés.

El gaélico tiene dos géneros, masculino y femenino y dos números. El artículo determinado es an, am, a', 'n para los nombre masculinos y an, 'a, na para los femeninos.

El marcador plural se forma en los nombres con -an, como clach, 'piedra', clachan; brog 'zapato', brogan. Los pronombres personales son los siguientes:

 

Singular

Plural

1

mi

sinn

2

tu

sibh

3

masculino e

femenino i

iad

El pronombre demostrativo es seo 'esto', sin 'eso', siud 'aquello'. El interrogativo es '¿quién?', cia '¿qué?'

La numeración del 1 al 10 es la siguiente: aon, , tri, ceithir, cóig, sia, seachá, ochd, naoi, deich.

Los verbos gaélicos tienen formas dependientes e independientes, tendiendo las primeras dos voces, tres modos (indicativo, imperativo y subjuntivo) y dos tiempos básicos, pasado y futuro.

El orden de la frase es verbo, sujeto y objeto.