Se introdujo el alfabeto romano con el cristianismo hacia el año mil, pero se mantuvieron los signos
ð (llamado eth, que es una interdental sonora), þ
(thorn, que representa la interdental sorda z) y andö æ. Todas las vocales pueden llevar acento agudo así incluso la y con valor vocálico:
á, é, í, ó, ú, ý. El islandés moderno es el idioma más conservador y flexivo de todas las lenguas escandinavas y se podría fechar en el 1540, cuando se tradujo el Nuevo Testamento. La política lingüística formulada en el siglo XVIII prohíbe que entren palabras extranjeras, barbarismos, por eso en lugar de adoptar términos científicos y técnicos de procedencia foránea, el islandés crea neologismos a partir de las palabras castizas; junto a ello reactivan palabras antiguas y crean otras basadas en raíces bien conservadas en la tradición lingüística nacional.
La palabra géiser es de origen islandés.
La lengua normativa es una continuación directa de la
lengua de los
antiguos colonos, mostrando fuerte influencia de la lengua del sudoeste de
Noruega; de hecho, durante los primeros 200 años no hubo marcadas diferencias entre el
noruego y el
islandés. Los lazos culturales entre las dos naciones
eran fuertes hasta el siglo XIV, cuando se produce la Unión de Kalmar entre
Dinamarca, Noruega y Suecia, lo que provoca que Islandia y Noruega se separen y
los islandeses traduzcan la Biblia y otra literatura religiosa a su propia
lengua y los noruegos adopten el danés como lengua oficial y de la Iglesia.
Lo que más ha experimentado cambios en el islandés moderno respecto al
antiguo norse es el sistema fonológico, especialmente en lo que se refiere a
su sistema de vocales. Del siglo XII tenemos una excelente descripción del
sistema fonológico de islandés antiguo en el llamado Primer Tratado
Gramatical; en el mismo se indica que el islandés del siglo XII tenía 9
unidades vocálicas cualitativas, teniendo en total 26 fonemas vocales, pues las
vocales podían ser orales o nasales, cortas o largas.
Hay tres géneros: masculino, femenino y neutro. Los
números del 1 al 4 se diferencian por el género: 1 einn/ein/eitt, 2
tveir/tvr/tvö, etc. 5 al 10: fimm, sex,
sjö, átta, níu, tíu, 11 ellefu, 12 tólf,
20 tuttugu, 21 tuttugu og einn. Hay cuatro casos: nominativo, genitivo,
dativo y acusativo, varias declinaciones y un complicado sistema verbal y
pronominal que ha cambiado poco desde el periodo clásico, razón por la que
los islandeses pueden leer las antiguas sagas islandesas sin dificultad.
El verbo es débil o fuerte, habiendo tres voces:
activa, pasiva y media, y tres modos: indicativo, subjuntivo e imperativo. El
presente y el pretérito son simples, siendo los otros tiempos formados por medio de verbos
auxiliares, como hafa 'tener', vera 'ser', etc. El orden de la
frase es sujeto, verbo y objeto.
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