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Lengua Koiné

Historia

A partir de la unificación de Grecia bajo Filipo de Macedonia, el dialecto ático, ligeramente alterado en contacto con los demás dialectos, se impuso como lengua literaria en toda Grecia y se extendió con las conquistas de Alejandro Magno a todo el Oriente. 

En este periodo, llamado helenístico, el dialecto ático, hablado por las clases cultas, los mercaderes y los emigrantes, se convirtió en lengua común por todo el Oriente Próximo. Al mezclarse los griegos con otros pueblos, la lengua cambió; el ático se convirtió en la base de una nueva forma del griego, la koiné (la norma), que se extendió por todas las áreas de influencia griega. Durante el imperio helenístico la koiné fue la lengua de la corte, de la literatura y el comercio.

Esta gradual divergencia de la lengua de Platón y Demóstenes fue contemplada por los puristas como una decadencia, marginando su uso escrito lo que creó una sima entre la lengua cotidiana y la arcaizante, poniéndose de moda publicar manuales de buen uso de la lengua en los que equivalentes áticos de las innovaciones koinés eran recomendados para la imitación del estudiante.

El dialecto así formado se llamó lengua común -he koine dialektos- y en ella escribieron sus obras, entre otros, el Filósofo Aristóteles, el historiador Polibio y el moralista Plutarco. Asimismo este dialecto constituye el fondo del griego bíblico, así del Antiguo como del Nuevo Testamento, siendo la base de la traducción de la Septuaginta hecha en el siglo III a. C. Numerosas inscripciones permitieron a los estudiosos trazar su progresión a expensas de los antiguos dialectos, al menos en la lengua del comercio y de la administración, aunque algunos dialectos rurales lograron sobrevivir hasta el siglo II d. C. La koiné fue la lengua coloquial en el Egipto urbano, pudiendo estudiarse su existencia por los papiros que se remontan hasta el siglo IV a. C. A grandes rasgos se puede decir que su periodo se extiende desde las conquistas de Alejandro en el siglo IV a. C. hasta el reinado de Justiniano en el VI d. C.

Durante el período bizantino la lengua griega perdió su antiguo carácter, por la evolución de sus formas y por la mezcla de elementos extraños, dando origen al griego moderno.

Datos

 

Dialectos

La koiné se dividió en dos niveles: la literaria o culta y la lengua vernácula o popular. Usaron y hablaron la lengua culta las clases superiores educadas que hasta la conquista romana mantuvieron una vida artística e intelectual plena de vigor e independencia, y aunque no olvidaron a los grandes escritores de tiempos anteriores, desarrollaron una lengua que expresara sus nuevas necesidades, concretamente las relacionadas con las ideas abstractas del ámbito de la filosofía, la gramática, las ciencias físicas y las sociales. A la vez se simplificó la lengua con la supresión de muchas formas gramaticales irregulares y también se produjeron algunos cambios fónicos. Se perdió la condición musical del ático de Atenas; se igualaron los valores vocálicos y los diptongos se monoptonaron. 

Escritura


Juan 3:16 en griego

Gramática

La koiné reemplazó la tt ática por la ss característica del jónico y otros dialectos (como glossa por glotta 'lengua') ya en época temprana, aunque su característica fonológica principal es la simplificación gradual del rico sistema vocálico del griego clásico. Las antiguas vocales largas y cerradas /e:/ e /i/ mezcladas como /i/ y /ai/ devinieron en /e/; /oi/ se convirtió en /ü/. El segundo elemento de /au/ y /eu/ se cambió en /v/ o /f/ dependiendo de la sonoridad de la siguiente consonante. Los sonidos /ph th kh/ adquirieron articulaciones fricativas; /b d g/ se convirtieron en fricativas sonoras /v dh gh/.

Otras partes de la gramática también comenzaron a evolucionar en la dirección del griego moderno en este periodo. El número dual se perdió en los nombres, verbos y adjetivos así como el modo optativo (que expresa deseo) en los verbos. La confusión se generó entre los tiempos perfecto y aoristo, con el resultado de la pérdida de uno u otro, especialmente el primero en la mayoría de los verbos.

En el léxico hubo numerosos préstamos de dialectos no áticos y algunas palabras áticas adquirieron nuevo significado.