La lengua gongduk se habla en un enclave remoto a lo largo del Kurichu en el distrito de Monggar, en Bután. Fue descubierta en 1991 y se trata de una lengua que tiene arcaicas características
tibetano-birmanas. Cuenta con unos 1.000 hablantes y al estar las infraestructuras butanesas alcanzando este remoto territorio se puede considerar potencialmente amenazada. La comunidad lingüística ha sobrevivido intacta por tanto tiempo a causa de su lejanía y la estabilidad general relativa de las comunidades lingüísticas en Bután a lo largo del tiempo. Mientras que algunas comunidades son remotas en el sentido de que están a muchos días a pie de cualquier carretera, el enclave de habla gongduk ha estado siempre, hasta tiempos recientes, aislado también a varios días de distancia a pie de las comunidades lingüísticas vecinas. Esto significa que los viajeros tenían que llevar sus propias provisiones y dormir al aire para llegar a la región gongduk, lo cual sigue siendo realidad para dos de las tres comunidades lingüísticas. No obstante Bután ha sido modernizado en las últimas décadas por una red de estrechas pero transitables carreteras y por una infraestructura creciente de facilidades educativas y sanitarias llevadas a cabo por el gobierno central. La comunidad lingüística gongduk está abierta al mundo exterior y un equipo de funcionarios civiles que no hablan la lengua está situado en esa región de forma semi-permanente. Aunque todavía hay un buen número de monolingües, la situación está cambiando rápidamente y la perspectiva futura para la supervivencia de la lengua no es buena. El gobierno real de Bután ha reconocido el peligro alarmante que corre la lengua, por lo que está siendo gramatical y lexicográficamente documentada bajo los auspicios de dicho gobierno. 
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