Trabajo en equipo
Sería difícil listar todos los nombres de las personas que han contribuido de una u otra manera al avance de este proyecto, pero no quiero dejar de agradecer a mi gran equipo de apoyo, en diferentes países, por ser una fuente de mi trabajo; a las familias que primero me acogieron en sus hogares; a los integrantes de los comités locales y, sobre todo, a las decenas de personas con quienes se probó los textos experimentales, y dieron su opinión, sugerencias, y mostraron entusiasmo por tener literatura en su idioma... el combustible necesario para hacer lo que se hizo. ¡Gracias!... por vuestro admirable ejemplo y amistad. Aprendí mucho de vosotros.
Conrad e Irma Phelps, los primeros líderes del equipo y consultores con quienes empezamos de cero.
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Jacob y Julia Huamán, los primeros en captar la visión para repotenciar su ministerio y el de muchos otros.
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El compartir muchas vivencias con la familia Jara, en la aldea Qolqake, enriqueció mi aprendizaje y vida.
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Lucha Cruz, Tula Tomaylla, Toño y Apito Taipe, cuatro entusiastas defensores de la alfabetización en Quechua.
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