Estamos en: Grandes traductores de la Biblia > William Carey (1761-1834)
William Carey (1761-1834)

Primeros años


William Carey

William Carey nació el 17 de agosto de 1761 en Paulerspury, en la provincia de Northampton, Inglaterra.

Aunque su infancia transcurrió en un ambiente rural que para nada hacía presagiar grandes cosas para su vida, lo cierto es que Carey tenía una insaciable sed de conocimientos y una indomable perseverancia para lograr sus objetivos. Cualquier libro que caía en sus manos era devorado y asimilado, hasta el punto que se había familiarizado en su adolescencia con el latín y, mientras trabajaba como zapatero, aprendió griego.

De hecho el taller de zapatería fue para Carey su taller de preparación donde Dios lo entrenó para la obra que más tarde tenía preparada para él. Allí adquirió un profundo conocimiento de la Biblia y también de geografía universal y religiones comparadas, todo lo cual le sería de gran utilidad en los años venideros.

Conversión

Uno de los compañeros en el taller de zapatería era William Ward, perteneciente a uno de los grupos disidentes de la Iglesia anglicana. Las discusiones entre ambos muchachos eran prolongadas, defendiendo cada uno su punto de vista. Sin embargo, Carey se dio cuenta que la fe de su amigo era mucho más profunda que la suya propia y, atendiendo a una invitación a asistir a una de sus reuniones, entró en contacto con la iglesia a la que su amigo pertenecía. Allí tuvo lugar su experiencia de conversión que daría un vuelco a toda su vida. El hecho de que estas iglesias disidentes fueran simpatizantes de la revolución americana fue otro factor añadido para que Carey se identificara con ellas, pues él mismo era de ese sentir. La conservadora Iglesia anglicana era opuesta por principio a cualquier modificación del "status" de las colonias en Nueva Inglaterra.

Crecimiento

Tras su conversión conoció a dos destacados bautistas, John Ryland y Andrew Fuller, siendo bautizado por el primero e integrándose en una iglesia bautista. Al poco tiempo, y en vista de su crecimiento y sus dones, Carey era solicitado como predicador por distintos grupos pequeños, tras lo cual fue llamado como pastor de la iglesia de Moulton.

Influencias notables

En 1781 se casó con Dorotea Placket con la cual tuvo una numerosa familia. Para ese tiempo Carey ya conocía latín, griego, hebreo, italiano, alemán y francés. Pero la pasión de Carey eran las misiones. Varios factores influyeron en esa vocación: el avivamiento que estaba sacudiendo Inglaterra bajo el ministerio de John Wesley preparó el terreno para el movimiento misionero; un tío de Carey era marinero y con un gran bagaje de experiencias en otros países, lo cual despertó en él un interés por los viajes y por conocer otras culturas; también fueron a parar a sus manos los diarios de John Eliot y David Brainerd (ambos misioneros entre los indios); otro libro que influyó decisivamente en Carey fue "Los viajes del capitán Cook", en el que el descubridor inglés narra sus aventuras por las islas del Pacífico. Todos estos fueron factores que representaron un papel importante en el futuro misionero, pero, en especial, la Biblia dejaba claro la responsabilidad de los cristianos para llevar las buenas nuevas a los que todavía no las habían escuchado.

"Esperad grandes cosas de Dios; emprended grandes cosas para Dios"

El 30 de mayo de 1792, ante una convención de pastores bautistas, predicó su famoso sermón basado en Isaías 54:2,3

"Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas... "

La proposición de este sermón era la siguiente: "Emprended grandes cosas para Dios; esperad grandes cosas de Dios." A pesar de las reticencias de algunos de los presentes, John Ryland entre otros, el impacto del sermón fue tal, que allí dio comienzo lo que más tarde se ha dado en llamar la era de las misiones modernas. El 13 de junio de 1793 Carey partía para la India.

Paganismo en la India

La extensión del cristianismo en la India estaba reducida prácticamente a los europeos que allí vivían por intereses comerciales. La pobreza, ignorancia y superstición estaban difundidas por doquier; el sistema de castas tenía raíces inmemoriales; las costumbres paganas estaban reflejadas en dos bien arraigadas: tirar niños al Ganges, como ofrenda al río sagrado y arrojar a las viudas a la hoguera donde el marido recién fallecido era incinerado.

Primeros años como misionero

Por seis años Carey estuvo trabajando en una plantación de índigo al norte de Calcuta. Allí aprendió el bengalí y tradujo el Nuevo Testamento a dicha lengua, además de preparar una gramática y un diccionario de la misma. La facilidad para los idiomas que tenía llegó a convertirse en un medio de bendición para su tarea. 

La trinidad hindú: Brahma, Visnú y Siva

Primer bautismo de la misión de Carey

Pero al mismo tiempo las pruebas se cebaron en su familia: su hijo de cinco años murió como consecuencia de las fiebres, mientras que su esposa no se adaptaba a las dificultades en el nuevo país.

El trío de Serampore

En 1800 Carey se traslada a Serampore donde permanecería por treinta y nueve años. Allí se le unieron dos misioneros más que permanecerían con él hasta el fin, y que serían conocidos como "el trío de Serampore". Uno de ellos era William Ward, especialista en imprenta, y el otro Joshua Marshman, especialista en lingüística. Sin duda este trío misionero fue uno de los más sólidos y fructíferos equipos misioneros que nunca hayan existido.

Traduciendo la Biblia

porción bíblica en bengalí

A estas alturas Carey ya dominaba el bengalí, el sánscrito y otros idiomas de la región y entre sus prioridades estratégicas estaba la traducción de la Biblia a la lengua materna de aquellos pueblos. En treinta años la tradujeron a seis lenguas, siendo Carey el responsable de la traducción al bengalí, sánscrito y marathi.

Además, tradujeron el Nuevo Testamento a veintitrés lenguas y porciones escogidas de las Escrituras a otras más. Sin duda el trabajo de traducción fue primordial en la obra de Carey en la India.

La jornada diaria de un traductor

De una de sus cartas podemos hacernos una idea de cómo era un día cualquiera en su trabajo de traducción:

"Me levanté esta mañana a las seis menos quince minutos, leí un capítulo en la Biblia hebrea, y pasé el tiempo hasta las siete en oración privada a Dios; luego dirigí el culto de familia con los criados en bengalí.
Mientras preparaban el té leí un poco en persa con un manshi y antes de almorzar hice lo mismo pero en indostánico. Cuando acabé de almorzar me puse a trabajar con un pandit en la traducción desde el sánscrito del Ramayana. A las diez me fui al colegio donde estuve hasta las dos.
Vuelto a casa examiné una prueba de la traducción de Jeremías al bengalí, lo que me llevó hasta la comida. Después de comer traduje al sánscrito, con la ayuda del pandit principal del colegio, la mayor parte del capítulo ocho del evangelio de Mateo.
Después de las seis me senté con un pandit telingi para aprender este idioma. A las siete empecé a reunir unos pocos pensamientos en la forma de un sermón y prediqué hasta las siete y media. Había como cuarenta personas presentes... Después del sermón me senté y traduje el capítulo once de Ezequiel al bengalí hasta casi las once de la noche."

La importancia de la lengua materna

Un dato significativo que nos da la medida de su sensibilidad en este aspecto es que cuando fue nombrado profesor de idiomas en el colegio Fort William en Calcuta, donde se formaría la flor y nata de los futuros dirigentes del país, Carey se dio cuenta de que las clases superiores estaban acostumbradas al sánscrito y tenían al bengalí como lengua vulgar, asociada a las casta más bajas de la nación; por lo tanto, tradujo sus materiales de enseñanza al sánscrito, consciente de la necesidad de alcanzar a las personas en el idioma de su corazón.

Taj Mahal

A la edad de setenta y tres años, Carey dejaba la India y esta vida; respecto a la primera había dicho:

"Nunca tuve la idea de regresar a Inglaterra... mi corazón se casó con la India."

Enlaces

Brahmi
Devanagari