Estamos en: Lenguas del Mundo > Familia Indoeuropea > Rama Itálica > Grupo Romance > Subgrupo galorromance > Lengua oïl
Lengua oïl

Historia

El término lengua oïl se usa para referirse al conjunto de dialectos galorromances septentrionales para distinguirlos de los dialectos meridionales o langue doc. Los términos langue doïl y langue doc derivan de las palabras utilizadas para decir "sí" en ambas lenguas, esto es, el francés antiguo oïl (del que deriva el francés moderno oui) y el occitano oc.

En el 987, año en que sube al trono Hugo Capeto, París se convierte en sede de la Corte y la lengua que allí se habla, comienza a dominar los demás dialectos de la misma manera que la corte de París es un modelo importante para la nobleza de otras regiones. El francés moderno es la forma derivada directamente del dialecto de Î'lle de France, que durante la edad media desplazó a todos los demás.

Durante los siglos XII y XIII, la lengua de oïl era muy conocida en Europa. Fue la lengua de la corte de Nápoles. Los príncipes y nobles germanos fueron educados por preceptores nacidos en Francia que enseñaban su lengua a los niños y en Inglaterra durante los dos siglos posteriores a la conquista normanda (1066), el francés rivalizó con el inglés como lengua hablada y casi lo eliminó como lengua literaria . 

Datos

 

Dialectos

Los principales dialectos de la lengua de oïl recibieron el nombre de las provincias septentrionales en las que se hablaban: el franciano de Île de France, en la región de París, el normando de Normandía, el picardo en Picardía, el pictavin o poitevin de la provincia de Poitou, cuya capital es Poitiers, y el borgoñón de Borgoña. El poitevin-saintongeais es hablado por una pequeña proporción de la población de Poitou-Charentes y del departamento de Vendée en Pays de la Loire, así como en el norte de Gironde, en la región de Aquitania. Pocos niños aprenden la lengua que incluso la de los más hábiles hablantes está fuertemente influenciada por el francés. Está seriamente amenazada.

Escritura

 

Gramática

A lo largo de la edad media el francés incorporó numerosos arabismos, por el prestigio que para los sabios y estudiosos franceses tuvo la ciencia y la cultura árabe y además por estar en contacto con ellos, bien por la invasión que los árabes hicieron a sus tierras y países próximos, bien por el contacto directo que tuvieron los cruzados franceses con el imperio árabe. Entre los arabismos hay que señalar los términos chiffre ('cifra, número'), tecnicismo de su época; girafe ('jirafa'); épinard ('espinaca') y jupe ('falda').