Es hablada por algo más de la mitad de los 630 tofa,
lo que supone un retroceso respecto a las estadísticas de 1959, cuando el porcentaje casi
llegaba al 90 por ciento, lo que demuestra la rápida asimilación lingüística
que este grupo está experimentando del ruso.
Originalmente se habló por un grupo nómada en las faldas septentrionales de las montañas Sayan orientales pero actualmente en las localidades de Alygdzher, Nerkha y Verkhnyaya Gutara en Nizhneudinsk, perteneciente a la provincia de Irkutsk en la Federación Rusa. Todos los hablantes fluidos tienen más de 40 años. Está seriamente amenazada.
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