La lengua tuvá pertenece al grupo uigur-oguz de lenguas túrcicas septentrionales. Esta lengua se opone a las demás túrcicas en razón de su gran número de préstamos mongoles y también por algunas inusuales características fonéticas, como la distinción de las vocales faringeales, en oposición a las vocales largas y cortas, propias de de varias lenguas túrcicas; igualmente donde la mayor parte de las lenguas túrcicas conservan oposición entre consonantes débiles, que usualmente son sonoras, y fuertes que suelen ser aspiradas, en tuvá la aspiración es la principal característica que mantiene las dos series aparte, con sonoras intermitentes para la serie de no aspiradas.

La lengua tuvá presenta algunos rasgos arcaicos que la relacionan con el antiguo túrcico, presentando una considerable influencia mongola.

La lengua tuvá es la lengua nativa de la inmensa mayoría de los 140.000 tuvasos que viven en Siberia. Hay también entre 5.000 y 10.000 que viven en Mongolia en dos regiones separadas en el extremo occidental y en varias zonas en el Lago Hövsgöl en el extremo septentrional. También hay unos 400 en China. En Mongolia a la lengua se le denomina uriankhai, pero esto lleva a la confusión porque no es lo mismo que el dialecto oirato que lleva el mismo nombre.

Hasta 1930 la lengua tuvá no fue puesta por escrito, siendo hasta entonces la lengua escrita usada en la autonomía tuvá la mongol clásica, lo que reflejaba la orientación cultural tradicional de los tuvá. Al principio se escribió en letras romanas, pero desde 1941 se estableció la cirílica más tres letras para sonidos tuvá.

Tiene 24 vocales divididas en 3 series de 8: cortas, largas y faringeales. Es una lengua muy compleja vocálicamente hablando, para ser túrcica. El orden de la frase es sujeto, objeto y verbo.