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Lengua Manchú

Situación geográfica

Historia

La lengua manchú es la lengua más importante de la rama tungús-manchú de la familia altaica. Durante la dinastía Qing de China (1644-1911) fue, junto con el chino, la lengua oficial. Hacia finales del siglo XVIII el manchú dejó de hablarse como lengua de la corte y de la administración, aunque continuó siendo usada para escribir durante un siglo por lo menos. La literatura manchú clásica consiste principalmente de traducciones de los clásicos chinos.

Datos

Actualmente está virtualmente extinguida excepto en el dialecto xibo, hablado en Xinjiang por unas 20.000 personas, descendientes de las tropas manchúes apostadas en esa región a mediados del siglo XVIII.

Existen algo más de 10 millones de personas de la nacionalidad man (manchú) en China, pero están asimilados a la población han china. De la lengua manchú quedan unos 20 hablantes de más de 50 años y algunos semi-hablantes en localidades remotas en el noroeste de la provincia de Heilongjian, dos al sur de Heihe y uno al norte de Qiqihar. Su estado es moribundo.

Dialectos

 

Escritura


Juan 3:16 en manchú

En 1599, Nurhaci, el fundador de la dinastía Qing, encargó a su principal intérprete, Erdeni, que elaborara un sistema de escritura para la lengua manchú. 

Erdeni pudo adaptar la escritura mongol a las necesidades manchúes, pues las dos lenguas son fonológicamente muy cercanas la una a la otra. 

Esta escritura manchú fue sistematizada en 1632 por otro brillante lingüista, Dahai, quien también introdujo un método para usar puntos diacríticos y así poder distinguir entre homógrafos.

Gramática

En manchú la a, o, ô eran vocales duras, e era suave e i, u eran neutrales. Existe una dicotomía en el sistema vocálico basado en masculino-femenino, siendo la a asociada al principio masculino (yang) y e al femenino (ying). En manchú no hay contraste de vocales en longitud aunque hay muchos grupos de vocales que se corresponden a las vocales largas tungusas. Las consonantes velares y uvulares son mutuamente excluyentes, es decir, sólo puede ocurrir una de las dos en la misma palabra.

Al igual que otras lenguas altaicas y urálicas, el manchú hace uso de la armonía vocal, un principio que requiere que cada palabra contenga el mismo tipo de vocal. Uno de sus propósitos en manchú es distinguir el masculino del femenino o palabras ying y yang; por ejemplo, eme (madre), hehe (mujer) y emhe (suegra) son todas palabras yin, mientras que ama (padre), haha (madre) y amha (suegro) son todas yang.

No hay género gramatical en los nombres pero el género natural se consigue por el medio anotado arriba. Si no se distingue el sexo entonces se usan los opuestos haha/heeh y amila/emile para distinguirlo, como en amila temen 'camello macho', emile temen 'camello hembra'. El número se marca sólo para nombres que denotan seres humanos y relaciones humanas, habiendo varias terminaciones que muestran armonía vocal, como -sa/-se/-so, -ta/-te, como sakda 'anciano', plural sakdasa; mongo 'mongol', plural mongoso; eme 'madre', plural emete. Un colectivo se logra con la adición de gemu 'todo', como irgen gemu 'gente'.

Los pronombres personales son los siguientes:

 

Singular

Plural

1

bi

be (excl.) muse (incl.)

2

si

suwe

3

i

che

Los pronombres demostrativos son los siguientes: ere 'esto', plural ese; tere 'eso', plural tese. El interrogativo es we(i) '¿quién?' (referido sólo a personas), ai '¿qué?, ¿quién?'. No hay pronombre relativo obteniéndose las construcciones relativos con el verbo.

No hay pronombres relativos, expresándose la relación mediante el participio y el gerundio.

La numeración del 1 al 10 es la siguiente: emu, juwe, ilan, duin, sunja, ninggun, nadan, jakon, uyun, juwan; 11 juwan emu, 12 juwan juwe, 20 orin, 30 gusin, 40 dehi, 50 susai, 100 tangu.

La lengua manchú tiene un considerable influencia del chino, especialmente en cuanto al léxico.

Los verbos manchúes se marcan por persona, número y género. La voz, el tiempo y el modo se expresan con afijos, no habiendo sufijo marcador para la persona.

El orden de la frase es sujeto, objeto y verbo.