Los montagnais y los naskapis
hablan lenguas muy próximas entre sí, ocupando los primeros una región
boscosa al norte de la ribera del Golfo de San Lorenzo, viviendo en
moradas de corteza de abedul y subsistiendo de alces, salmones y focas. El
nombre montagnais es francés y significa 'montañeses', si bien su autónimo
es innu o ilnu, una palabra algonquina que significa
'hombre, persona' o 'indio'. Esta palabra no tiene relación con la palabra
inuk o inuit de los esquimales que tiene el mismo significado. El nombre
montagnais fue usado primero por los pescadores vascos y tomado luego por
los franceses, usándose el nombre naskapi por los que no tenían contacto
con los europeos. La lengua es una lengua
algonquina central estrechamente relacionada con la cree, especialmente
con los dialectos de James Bay (Québec).
Los montagnais visten túnicas, polainas y mocasines,
al igual que muchos de sus vecinos y antiguos enemigos los iroqueses
y los micmac. En verano usan las canoas para el
transporte y en invierno las raquetas en los pies, aunque recientemente el
uso de perros se ha extendido por influencia esquimal. Las creencias religiosas
se centran en Manitú o el poder sobrenatural, dándose importancia a los espíritus
naturales y animales, buenos y malos.
No existe organización tribal, agrupándose el
pueblo en pequeños clanes de familias relacionadas. La mayoría de los montagnais
y naskapis merodean en bandas pasando el invierno cazando y viniendo a la
costa en verano para comerciar con lo cazado, si bien el uso de armas de
fuego ha diezmado la caza. La influencia de la cultura industrial
occidental ha acelerado los cambios en sus modelos de vida. La región en la que tradicionalmente se mueven bordea
la zona habitada por los crees en el noroeste, los inuit en el norte y en
el siglo XVI por los iroqueses laurentinos en el suroeste. La mayor parte
de los contactos fueron con otros grupos de montagnais. Los contactos con
los inuit eran raros, dándose algunos conflictos con los inuit de
Labrador. Fue sólo después del siglo XVIII que hubo un periodo de
repetidos contactos. Algunos inuit han aprendido montagnais, dándose
incluso contactos intermaritales, aunque el bilingüismo es raro. Las
palabras para 'pollo' y 'cerdo' fueron préstamos del montagnais para el
esquimal de Labrador.
Los contactos con los europeos datan del siglo XVI,
especialmente con los vascos y el conocimiento de las lenguas europeas por
los nativos ya se constata en 1542. Los holandeses también comerciaron con
los montagnais e inuit de Labrador.
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