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Rama Níger-Congo

Historia

Los primeros testimonios escritos disponibles sobre la existencia de las lenguas nígero-congoleñas proceden de documentos árabes de los siglos X, XI y XII, en los que se citan algunas palabras que posiblemente pertenezcan a estas lenguas, siendo un documento en portugués de 1506 el que registra claramente palabras identificables, procedentes de la lengua karanga, perteneciente a la rama bantú. A partir de ahí hay frases y palabras bantúes que se recogen en otros registros portugueses, recopilándose en 1523 un vocabulario que recuerda a la actual lengua akan de Ghana. En 1591 el matemático italiano Filippo Pigafetta incluyó un número de palabras y frases al hacer la descripción del reino del Congo. 

El primer libro escrito en una lengua africana fue publicado en 1624 y se trataba de un catecismo interlineal portugués-congo elaborado por tres sacerdotes jesuitas. La primera gramática conocida en una lengua africana apareció en Roma en 1659 y se trataba de un estudio de 98 páginas sobre la lengua congo; su autor era Giacinto Brusciotto, misionero italiano que describió notablemente el característico sistema nominal. Aunque a éste le siguieron otros vocabularios y gramáticas, sin embargo durante el siglo XVII y el XVIII no hubo gran proliferación de trabajos por lo que hubo que esperar hasta el XIX para ver la aparición de nuevos trabajos, casi todos procedentes de la labor de misioneros. Algunos eran de gran calidad pero otros dejaban bastante que desear, notándose la influencia de la gramática latina en la confección de los mismos. Uno de los mejores fue el realizado por J.G. Christaller, de la Misión Basilea, cuya gramática (1875) sobre las lenguas ashanti y fanti muestran una excepcional captación de las estructuras lingüísticas.

Acerca del hogar original de las lenguas níger-congo se ha especulado sobre la confluencia de los ríos Níger y Benue, partiendo de ahí los pueblos del grupo benue-congo hacia el sur y el este.

La clasificación de las lenguas níger-congo comenzó en el siglo XIX, cuando Sigismund W. Koelle, un misionero alemán de la Church Missionary Society, produjo en 1854 su monumental Polyglotta Africana. En la misma aparecían 283 palabras en 156 lenguas agrupadas de acuerdo a lo que él consideraba relaciones genéticas entre esas lenguas; el acierto de su trabajo se comprueba al observar que muchos de los grupos allí clasificados se corresponden con la actual clasificación de las lenguas.

Hacia mediados del siglo XIX los estudiosos descubrieron que las lenguas del África occidental y meridional estaban relacionadas, pero la falta de datos sobre la mayoría de esas lenguas presentaba una dificultad para su clasificación. En 1927 el erudito alemán Diedrich Westermann reconoció la distinción entre las lenguas sudanesas centrales (denominadas ahora níger-congo) y las sudanesas orientales (denominadas ahora nilo-saharianas). También reconoció la similitud entre palabras en lenguas de su grupo sudanés occidental y del grupo bantú, aunque no llegó a la conclusión de que había un origen genético común. El primero que determinó esa relación fue Joseph H. Greenberg, quien en las décadas de los años 40 y 50 del siglo XX estableció que las lenguas sudánicas occidentales y las bantúes formaban una sola familia a la que denominó níger-congo. Este nombre procedía de los ríos Níger y Congo, en cuyas cuencas predominaban esas lenguas.

Datos

La familia niger-congo es la mas grande familia de lenguas existente en África, hablándose desde las partes más occidentales del continente en Dakar, Senegal, hasta el este en Mombasa, Kenia, y al sur en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Si excluimos el África septentrional (desde Mauritania a Egipto y el Sudán) y el Cuerno de África (Etiopía hasta Somalia) el 85 por ciento de la población africana, unos 600 millones de personas, hablan lenguas níger-congo. En dos países, Níger y Chad, son minoritarias y aunque en el norte de Nigeria, de Uganda y en Kenia hay un considerable número de personas que hablan otras lenguas, aun así la mayoría de la población habla una lengua níger-congo.

Dialectos

Los últimos datos hablan de unas 1.400 lenguas níger-congo que deben ser consideradas lenguas distintivas y no simplemente dialectos. Si tuviéramos en cuenta a estos últimos esa cifra se elevaría en varios miles más. Un ejemplo de ello sería la lengua swahili que consiste de 17 dialectos y 15 nombres adicionales de variantes para algunos de tales dialectos.

Las lenguas niger-congo se dividen en las siguientes grandes ramas:

Las lenguas más divergentes son las pertenecientes a la rama mande, lo que puede indicar que fueron las primeras en desgajarse del tronco común hace algunos miles de años.

Escritura

 

Gramática

La característica más difundida entre las lenguas níger-congo probablemente sea su sistema de clases nominal, que está presente en todas sus ramas aunque su forma de operar varía considerablemente.

En un sistema de clases nominal todos los nombres están marcados por un afijo; el nombre en singular lo marca un afijo y en el plural otro. Como estos afijos no pueden predecirse por factores fonológicos ni semánticos, todos los nombres tienen que ser asignados a clases según sus formas singulares y plurales. Tales afijos pueden ser prefijos o sufijos o ambos y su número varía de lengua en lengua. La mayoría de los sistemas de clases nominales van acompañados con sus sistema de concordancia, por el que otros elementos en la cláusula, como determinativos, adjetivos, numerales y frecuentemente verbos, también van marcados por un afijo seleccionado según sea la clase del nombre.

Un ejemplo de esto lo tenemos en swahili, donde en la frase wa-tu wa-le wa-mefika "esas personas han llegado" se ligan de forma concordante las tres partes de la frase con el prefijo wa-. Nótese el contraste con la construcción singular en la frase m-tu yu-le a-mefika "esa persona ha llegado".

El número de clases nominales varía de lengua a lengua. En la rama atlántica va desde 3 hasta casi 40, en la gur se hallan casi siempre 11, en las lenguas bantúes oscila entre 12 y 15.

La mayoría de las lenguas níger-congo tienen sistemas tonales, en su mayor parte dos o tres aunque las hay con cuatro niveles e incluso cinco. La función del tono varía de una lengua a otra: unas veces define características gramaticales, otras contrastes léxicos. En general las lenguas que tienen más niveles tonales usan los tonos más para distinguir características léxicas que construcciones gramaticales.

Una extendida característica fonológica de las lenguas níger-congo es que las vocales se agrupan en dos series: i e Ë o u y i ε a (o abierta) υ. En cualquier palabra sólo puede haber vocales de una de las dos series. La principal diferencia fonética entre ambas series es la posición de la raíz de la lengua, avanzada o retraída, aunque puede haber diferencias en el movimiento de la laringe. La mayoría de las lenguas no tienen el juego completo de las 10 vocales sino que suelen tener 7 o 9.

Las vocales nasalizadas son comunes y en muchas lenguas el juego de estas vocales es más pequeño que el de vocales orales. La vocal nasal seguida de consonante es común en muchas lenguas.