Una característica de las lenguas anatolias es la ausencia de
número
dual (tú y yo) y la falta de género femenino en la declinación de los
nominales (nombres, pronombres y adjetivos). Hay una distinción entre un género animado (común) y otro inanimado (neutro). En hitita un neutro puede
no ser el sujeto de un verbo en una acción transitiva, en cuyo caso el
sufijo -ant se añade antes del neutro nominativo terminando en -s. Esta
-s
final persiste en todo el subgrupo. El sistema de casos en hitita antiguo
es muy complicado pero en el subgrupo hay una clara tendencia hacia una
mayor simplicidad. La presencia en hitita de una clase arcaica irregular de
nombres es una característica dominante, como las raíces alterante t y
n en
uttat/uttanas 'palabra, asunto' y watar/witenas 'agua'. La
declinación de pronombres se ajusta al modelo tradicional indoeuropeo al ser diferente
de los nombres pero, al mismo tiempo, muestra peculiaridades destacadas.
Los pronombres anatolios típicos son: amu en luvita jeroglífico,
equivalente al licio amu, emu; el nominativo hitita zik, acusativo
tuk 'tú'
equivalente al palaico ti, tu. Algunas de estas lenguas tienen pronombre
enclíticos que se pronuncian como parte de la palabra precedente. Un
pronombre demostrativo aba- 'eso' se halla en hitita, palaico y luvita
cuneiforme y jeroglífico, licio (ebe-) y lidio (ebad 'aquí,
allí') y un
pronombre relativo o interrogativo kui (compárese con el latino quis) es
común al hitita, palaico y luvita cuneiforme. Los términos correspondientes
para kui- en luvita jeroglífico, licio y lidio también parecen ser
variantes fonéticas del mismo pronombre original. El sistema verbal anatolio es simple, teniendo dos modos (indicativo e
imperativo) y dos tiempos (presente y pasado). Hay algunas huellas de
aoristo (un verbo que denota acción sin referencia a su duración o terminación). Una voz pasiva media (que expresa un tipo de
significado reflexivo o pasivo) se halla en hitita (es-a-ri 'está sentado'; ki-tta-ri
'esta mintiendo'), palaico, luvita y tal vez lidio. La reduplicación de la raíz verbal ocurre en la rama anatolia, añadiendo
una significado intensivo o iterativo al verbo. Muy típicos de estas
lenguas son los sufijos verbales como el causativo -nu- (compárese el
hitita war- 'quemar', warnu- 'encender', harg 'perecer',
harganu 'arruinar,
destruir'). La ausencia del perfecto indoeuropeo (describiendo un estado resultado
de una acción recientemente terminada) se especifica por el uso del adverbio nawi 'todavía no' que ocurre en el
presente en hitita. Una característica muy peculiar de las lenguas anatolias es la preferencia
por la unión de partículas y pronombres enclíticos para formar 'cadenas'
colocadas al principio de la frase o cláusula. El primer componente de esa
'cadena' es una parte enfatizada de la sentencia o una sentencia
copulativa, como nu en hitita y en luvita. En
el sistema
vocálico anatolio están presentes, a, e, i, y u, pero la
o no existe. En licio el valor griego omicrón ha sido usado para el licio
u y en lidio la existencia de la o parece ser una
incorporación posterior. Un criterio dialectal es el tratamiento de la e: en el antiguo hitita hay una
diferencia entre la e y
la i pero en el hitita posterior una -e al final de una
palabra se cambia a
-i. En luvita la e tiende a aparecer como a. La gradación vocal
que refleja cambio de significado en hitita (e-es-zi 'él es' contra
a-sa-an-zi 'ellos son') era imposible en luvita a causa del cambio de
sonido. Tanto el licio como el lidio poseen signos separados para las
vocales nasalizadas. Los defensores de la teoría laringeal han visto confirmados sus postulados
por los datos anatolios. Esta teoría mantiene que las diferencias de
formas de ciertas palabras en las ramas indoeuropeas se puede explicar
asumiendo que las lenguas indoeuropeas han perdido ciertos sonidos guturales
(laringeales) que estaban originalmente presentes en la lengua ancestral. |