Lenguas de África
Historia
Los registros más antiguos que tenemos sobre lenguas
sub-saharianas
son documentos que datan de los siglos X al XII y aunque unas pocas listas
de lenguas africanas se recopilaron durante la Edad media, no fue hasta los
siglos XV y XVI cuando los europeos comenzaron a recolectar información en
cierta cantidad. Durante el siglo XVII hubo un florecimiento del estudio en
estas lenguas, incluyendo diccionarios de copto, nubio y
congo y gramáticas
de nama (hotentote), congo, geez y
amhárico, entre otras.
Durante
el siglo XVIII se reconocieron tres lenguas bantúes como procedentes de un
mismo antecesor, el cual se pensó, incorrectamente, que todavía existía.
Es posible que para 1778 William Marsden reconociera el grupo bantú,
aunque el primer documento escrito sobre esto es del 1816. Este temprano reconocimiento
del grupo bantú no es sorprendente, pues está formado lenguas fuertemente
relacionadas y que cubren un gran territorio de las dos terceras partes del
África meridional. Con el grupo bantú ocurre algo similar al grupo romance
de lenguas indoeuropeas: son lenguas tan estrechamente
relacionadas entre sí que es fácil discernir su parentesco. El
otro grupo lingüístico que fue reconocido en el siglo XVIII fue el semítico.
El erudito alemán Ludwig von Schlözer es reconocido como el primero que
definió y etiquetó a la rama semítica en 1781, si bien la afinidad entre
el hebreo, árabe y arameo
estaba en conocimiento de estudiosos judíos y árabes desde hacía siglos;
igualmente los europeos tenían constancia de ello debido a la proximidad
geográfica y a que el Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo.
Hacia 1700 Hiob Ludolf, que había escrito gramáticas de geez y amhárico (lenguas
semíticas etiópicas) enunció la extensión de la rama semítica al este de
África. Durante la primera mitad del siglo XIX se añadieron
dos familias lingüísticas: la bantú y la nama, haciéndose el primer
intento de clasificar las lenguas africanas en su totalidad en 1826. Dicho
intento fue obra de Adrien Balbi quien conectó las lenguas nama con las
bushman, las cuales a su vez eran diferentes a las habladas por los bantúes
negroides alrededor. Más aún las nama y bushman poseían chasquidos como
nota característica, si bien la demostración lingüística de conexión
genética entre estas lenguas llegó más tarde. También
en 1860 se reconoció un grupo de lenguas conocidas como camitas, en las que
se incluía el antiguo egipcio (extinguido), bereber
y cusítico, comprobándose más tarde una
relación de estas lenguas con las semíticas, lo que reunificó a ambos
grupos en uno sola familia denominada entonces camito-semítica. Sin embargo
había un grupo residual de lenguas que no encajaban dentro de ninguna de
estas familias y que posteriormente serían encuadradas en un cuarto grupo denominado
nilo-sahariano. |
Datos
En África se hablan unas 1.500 lenguas pertenecientes
a cuatro familias lingüísticas: la afroasiática, que se extiende por
un amplio cinturón que cubre la mayor parte del tercio septentrional del continente
y llega al oeste de Asia; la congo-kordofán, que se compone de
más de 1.000 lenguas y se habla por las dos terceras partes meridionales
de África, con la rama bantú ocupando la mitad meridional del continente; la
nilo-sahariana que se hallan en la región central y
central-oriental de África, salvo una lengua, la songhai que se habla en
África occidental (Malí, Burkina Faso, Níger); y finalmente las lenguas
de la familia joisana, que en su día se hablaron
por la mayor parte del
tercio meridional de África pero que actualmente y debido a la expansión
bantú y a la ocupación europea sufren de extenuación y muchas se han
extinguido; hay varias docenas de lenguas joisanas que se hablan por grupo
pequeños en Sudáfrica, Namibia, Bostwana y Angola, donde las lenguas
dominantes son bantúes (zulu, xhosa) o indoeuropeas
(afrikáans, inglés); las dos lenguas joisanas
más divergentes se hallan en el norte
de Tanzania.
Además de las cuatro familias mencionadas
anteriormente, habría que añadir la representación que la familia
indoeuropea tiene en la lengua afrikáans y la que la familia austronésica
tiene en la malgache.
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Dialectos
Escritura
En cuanto a la escritura, sólo la poseen en torno a la mitad de las lenguas africanas y algunas no tienen más testimonio escrito que unos fragmentos del Nuevo Testamento. Los alfabetos, excepto en el caso del
árabe y de algunas lenguas de Etiopía, están basados en adaptaciones del alfabeto
romano introducido por los movimientos misioneros. Algunas tribus han desarrollado su propio silabario, tal es el caso del
vai de Liberia y el bamún del Camerún.
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Gramática
Con la excepción de unas pocas, todas las lenguas
al sur del Sahara son, independientemente de su afiliación genética, tonales, esto es, las diferencias de tono en una sola sílaba hacen que cambie el significado de una palabra, de un prefijo o de un sufijo, e incluso la función gramatical en la oración.
Por ejemplo, todas las lenguas que pertenecen a la rama chádica
de la familia afroasiática lo son, así como las omóticas
y algunas cusíticas; igualmente lo son todas las joisanas estudiadas
hasta el momento y las nilo-saharianas, ocurriendo lo mismo con las
pertenecientes a la familia nígero-congoleña, con la excepción de la wolof,
serere y fula de la rama
atlántica, así como la swahili de la rama
bantú.
Por ejemplo, en un dialecto nigeriano kwi en tono alto significa
'navaja', con tono medio, 'piedra de molino' y con tono bajo 'pollo'; en el caso de dos sílabas seguidas como
ku bi, si las dos se emiten en un tono medio significa 'él vino', pero si se emite la primera sílaba en un tono alto significa
'tiene que venir'. En las lenguas nigero-congoleñas, los distintos tipos de pronombres pueden distinguirse únicamente por la altura tonal. En general, tales distinciones tonales, así como las de intensidad, se omiten en la escritura; sin embargo, para que el lector pueda distinguir las diferencias de significado, habría que indicarlas bien con acentos, bien con otros signos diacríticos, que pocos diccionarios y gramáticas de las lenguas africanas incluyen.
Es muy improbable que el tono se desarrollara
independientemente en las familias lingüísticas mencionadas
anteriormente, por lo que cabe pensar que esta característica se
difundió traspasando las fronteras genéticas a través del continente
africano.
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Lenguas de África (Mapas)
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